El coche prota es brutísimo. Con mucha pasta tendría un muscle, porqué no. Aún los muscle cars americanos modernos siguen siendo como los de antes, motor bestial con sobredosis de par a casi cualquier régimen, una estética muy personal y subjetiva (a mi me gustan), y frenos, suspensiones y el bastidor en general con muchas carencias. Lo bueno de los nuevos son sus cajas de cambio, desfasadísimas y perezosas en los antiguos. Pero así con sus defectos, me encantan.
Mis preferidos,
El Shelby Mustang del 67
y el Dodge Charger son mis preferidos