Todo en esta vida es relativo, y el dinero también. Lo que para nosotros los mortales puede ser una fortuna, como el sueldo (y el esfuerzo de varios años) para pagar una hipoteca, por ejemplo, para otros no será más que calderilla sin demasiada importancia. No es el primer caso (ni será el último) que vemos de un deportivo abandonado en el olvido por su propietario, pero no por ello deja de ser hilarante y sorprendente.
Ponte en situación: eres un futbolista de primera división con cierto caché y poderío económico. Llevas una vida verdaderamente “ajetreada”: madrugar a las diez de la mañana para ir a entrenar un par de horas, actos publicitarios, comidas, cenas y demás actos sociales con la gente guapa de moda… ¿Queda tiempo para ocuparte de algo más, como de tu colección de deportivos? Quizás no demasiado, porque si no no se entiende cómo puedes dejarte un Porsche 911 olvidado durante meses en el aparcamiento de una estación de tren.
Algo así fue lo que le pasó al futbolista Jermaine Pennant, que la anterior temporada jugó en el Zaragoza. Con su traspaso al Stoke de la liga inglesa en este verano, parece que Pennant se dejó alguna que otra cosa en la ciudad maña. Cinco meses después de abandonar Zaragoza, su Porsche 911 Turbo continuaba aparcado en el parking de la estación de tren de la ciudad.
Después de acumular numerosas multas (y polvo) en los cinco meses que estuvo en el olvido, las autoridades locales se dieron cuenta de que pertenecía al ex-futbolista del Zaragoza gracias a la placa de la matrícula, P33NNT. Un poco tarde, diría yo, pero esa es otra historia. Entonces se lo hicieron saber al jugador, que simplemente soltó un lacónico “me había olvidado de él“. Como agravante, las llaves del coche estaban en el asiento del conductor.
¿Olvidarse de que tienes un Porsche y te lo has dejado aparcado, durante meses, quién sabe dónde? Sí, parece una historia paranormal. Según declaró Pennant “ni siquiera sabía que tenía un Porsche en propiedad“. Está claro que Dios le da pan a quien no tiene dientes. Claro que si tenemos en cuenta que cobra unos 3 millones de euros al año por el arte de dar patadas a un balón, que su rendimiento tampoco es ni mucho menos el de una verdadera figura y que en su colección de deportivos figuran algún que otro Ferrari y Aston Martin, el suceso se entiende un poco mejor…
http://www.diariomotor.com/2011/01/22/me-sobra-el-dinero-porsche-911-turbo-olvidado-en-un-aparcamiento/