Buenas tardes a todos forenses!
Os voy a contar lo que me ocurrió el pasado domingo 1 de septiembre.
Andaba yo por las suizas como anualmente hago por unos días durante el periodo estival. Es un país que conocí de la mano de nuestro queridísimo Jotaeme y al que desde entonces de una manera u otra vuelvo porque sencillamente me encanta.
La noche del sábado acabé durmiendo en un pueblo llamado Sedrun, el cual había reservado el mismo día bien entrada la tarde mediante la famosa app de hoteles. Cuando uno va solo no hace falta reservar con antelación todos los hoteles, sencillamente vas pillándolos al día según la ruta que a uno le haya apetecido tomar.
Sedrun es un agradable y tranquilo pueblo a los pies del siempre impresionante Paso del Oberal, o Oberalpass, como le llaman ellos. Este puerto, da a su vez paso a los míticos puertos de Furkapass, Grimselpass y Sustenpass. Este trío de puertos comunicados entre sí, acabas uno y empiezas otro, es un escaparate de primera calidad en cuanto a vehículos de todo tipo que uno se pueda imaginar, y más si encima es domingo, que entonces se pone a rebosar. Recuerdo perfectamente algún picnic de otro año hecho en alguna curva del Furkapass en el cual no pasaban ni 10 segundos sin que la carreteras nos ofreciera algún espectaculo.
Pues eran las 8:30 del domingo cuando me dispuse a salir con mi Porsche Boxster inmaculado de camino al Oberalpass bajo un cielo azul radiante y los primeros rayos de sol acariciando mi alegre rostro. No tardaron en empezar a aparecer los primeros grupos de Subarus, y un par de GT86 tuneados que subían el Oberal también. La cosa ya prometía.
A los 5 minutos de empezar a subir, desastre, un Mini Cooper John Works tirado en la cuneta roto con 4 chavalillos por fuera y cara de circunstancias. Como buen samaritano intenté prestarles ayuda. Al tiempo que pasaba por al lado, obviamente descapotado, les dije: "Do you need..... " la última palabra no me salía, fueron 5 décimas de segundo en blanco debatiéndome entre la vocal e y la i, yo sabía que era alguna, asi que, cuando más fijamente me miraba el caucásico chaval dije: "....dick??" Su rostro de golpe cambió y no sé cómo, pero supe que no necesitaban mi ayuda. Se les veía muy JASP.
Continué subiendo, más feliz que una perdiz, deleitándome con el paisaje, el vaivén de las curvas y el sonido del coche como solo los sentidos hacen a las 9 de la mañana. No pasaron 2 giros de 180 grados más hasta que empecé a ver gente, gente y más gente y todos, absolutamente todos llevaban camaras profesionales en las manos, con objetivos gigantescos, habían decenas, apostados y andando. No hubo una sola alma que levantase su objetivo hacia mi querido Boxster, nothing, 0.... con lo que ya podía hacerme una idea de lo que estaba por venir.
Al poco rato más me dispuse a tomar la última curva de derechas y me encontré de golpe con la Policía suiza en medio de la carretera parando a todo el mundo. "Cago en diez un control?? En Suiza? Pero si aquí les extraen el mal del ADN antes de nacer y lo sustituyen por fajos de billetes...!"
- Donde va usted?
- Pues hacia el Furkapass.
- Pues no puede porque la carretera está cortada hasta las 10 de la mañana.
- Vale pues aparcaré aquí como el resto de los cientos de vehículos que hay ya.
Al poco rato, preguntando a esos amables polis, me enteré que había una especie de concentración de coches deportivos.
Lo que no me podía imaginar era que delante de mis narices estaba a punto de pasar el mismísimo club Super Car Owners Circle. Y todo fruto de la más increíble de las casualidades.
Lo que pasó a partir de aquí lo tengo grabado, espero que os guste.