A comienzos de los años 90 del siglo pasado -cuando echo la vista atrás me doy cuenta de lo viejuno que ya voy- yo andaba metido de lleno en el Moto Club Coruña y de vez en cuando me daba por montar alguna ruta turística de motos. En una Semana Santa me lié la manta a la cabeza y decidí hacerlo por una zona de Portugal que había conocido con 18 años recorriendo el valle del Duero en un viejo tren de la “Linha do Douro”. Unos cuantos colegas se apuntaron al proyecto motero y allá nos fuimos, mapa en mano, a explorar a dos ruedas aquella zona; hacerlo en moto me había dado dimensión muy distinta del viaje descubriendo una red de carreteras interiores que, pese a que su estado no era el de hoy en día, me asombró por su trazado y por los bellísimos paisajes que atravesaba.
Años más tarde regresé alguna vez más a la zona del Alto Douro portugués, y la verdad es que siempre me gustaba más y más.
Seguramente fruto de aquellas vivencias de juventud, y también de un empujón del amigo Juan Varela que me animaba a dar el paso, nació esta concentración en la que a los tramos portugueses se añadió un aperitivo en las Arribes del Duero españolas.
La experiencia para mí vivida en esta concentración ha sido fantástica, ya que al placer de rutear en roadster por una zona por la que siento debilidad se unió el hacerlo con un extraordinario grupo de personas compartiendo su ilusión y su pasión roadstera desde el primer hasta el último minuto.
Mi gratitud pues a todos los participantes por su actitud, por su constante colaboración, por su permanente sonrisa y por sus ganas de pasarlo bien. ¡Con compañeros como éstos uno se va al fin del mundo!
Y tras este prólogo, paso ya a hilar un pequeño relato apoyado en las fotos que he podido sacar entre tramo y tramo. Hay muchas lagunas en mis fotos, pero seguramente con las aportaciones que otros compañeros completaremos un buen reportaje de lo que ha sido este evento.
Acudí al punto de encuentro acompañado del VarelaTeam y del CanyaTeam, junto con finsiNB y su amigo Chisco que se estrenaban en una concentración del Club. Habíamos hecho noche en Miranda do Douro y aquella mañana no me costó nada despertar; más bien al contrario, creo que me faltaron unas cuantas horas de sueño; tuve dificultad para quedarme dormido y cuando me desperté miré el reloj y eran las 5:15 h y ya no fue posible dormir ni un minuto más, podían las ansias.
Cuando llegamos al punto de encuentro ya estaba allí un buen número de participantes; caras sonrientes, ilusión en el aire, saludos, besos, abrazos… Un poco después, a las 10:45 h iniciábamos la “sesión almuerzo-rutómetro” previa al inicio de la ruta; ahí van un par de fotos del momento.
En primer plano por la izquierda finsiNB, el benjamín de la conce, con su amigo y copiloto Chisco, en pie, el moderador de eventos Miguelvet en pie departiendo con Izquierdo.
Del otro lado de la mesa tenemos en primer plano por la izquierda a Angelhd, pil pil y su copilota, y más allá SoloMarcos con Sole; por la derecha Paricio, con Mercedes (copilota de Angelhd) y su propia copilota Toñi; más allá Lorena y 190SL (Alejandro).
Tras degustar las viandas, comentamos unas indicaciones para que todo fluyese lo mejor posible pues hacer el largo recorrido de la conce con 21 coches en un grupo único tenía cierta complejidad y requería tomar algunas precauciones organizativas; como contrapartida teníamos el placer visual de una larga y espectacular serpiente multicolor y el placer también indudable de que los 37 participantes lo iban a compartir todo al unísono.
Tras una breve explicación del contenido de la etapa 1 nos fuimos ya a rutear, que para éso habíamos venido.
La meteorología acompañaba con una mañana perfecta. Empezamos el recorrido y no pasaron cinco minutos cuando nos vimos obligados a hacer una parada breve en Aldeadávila de la Ribera; alguien avisaba por el walkie que el Opel Speedster del compañero elroberl estaba pidiendo una dosis de refrigerante, por fortuna el problema se solucionó en un momento y seguimos adelante. La foto en el momento en que estábamos a la espera de que elroberl solucionase ese pequeño incidente.
Apenas diez minutos después llegábamos al mirador seguramente más impresionante de todos los visitados en la concentración. El mirador del Fraile, que se asoma a la parte más angosta y profunda del cañón del Duero a la altura del embalse de Aldeadávila. Simplemente espectacular y unas cuantas fotos en este lugar que se comentan por si solas: muchas sonrisas y el personal tomando fotografías.
Aproximadamente tres cuartos de hora más tarde estábamos ruteando por la pequeña carretera del puerto de la Molinera atravesando un paisaje virgen y completamente salvaje, con una manada de buitres que sobrevolaba la zona sin perder de vista la larga serpiente multicolor de los roadsters.
En ese tramo me eché a un lado de la ruta y aproveché para sacar algunas fotos a roadsters de los participantes aunque no pude hacerlo con todos.
JLZ4 y su Z4 E85
190SL y su Mercedes SLK AMG R172
David y su Mx5 Nd
Ion Ander y su Mx5 Nc
Paricio y su Z3
Juan Varela y su Z4 E85
El Canya Team (Homecanya y Donnacanya) y su Z3
Miguelvet y su Z3
Imaracing y su Mx5 Nb
Izquierdo y su Z4 E89
ZCuatro y su Z4 E89
Pil Pil y su Mercedes SLK R171
Jmaben y su Mercedes SLK AMG R171
Elroberl y su Opel Speedster
Ángel y su Boxster 987
En la foto siguiente, los coches detenidos sobre el puente que atraviesa el río Huebra en un bonito y solitario lugar.
Seguidamente haríamos una visita al mirador del Cachón de Camaces y su cascada, aunque con la animada conversación mantenida con los participantes me olvidé absolutamente de la cámara. Sí tengo en cambio algunas fotos ruteando por este bonito tramo tras la visita realizada al mirador en las que salen algunos de los componentes de la expedición.
Un poco después vino un bonito tramo de descenso panorámico hasta el embalse de Saucelle, y ahí estamos en una parada en el mismo dique del embalse; la verdad que nos podíamos permitir estos lujos porque la circulación era nula o mínima en la mayoría de las carreteras del recorrido de la concentración.
Atravesando el dique del embalse entramos en Portugal y comenzamos una bonita subida hasta el mirador de Penedo Durão, en el que tuvo lugar el picnic con estupendas vistas sobre el Duero, el embalse de Saucelle y la desembocadura del Huebra en el Duero.
Y antes de nada, unas fotitos de grupo, que luego nos olvidamos… no estamos todos en ese momento, pero casi.
Y vamos al picnic, con vista general del lugar y de las mesas con los participantes en plena degustación.
Aquí ZCuatro con su copilota Ana.
Y otra vez Zcuatro pero ahora con Isalpina, copilota de Juan Varela.
Seguimos adelante y a los 10 minutos llegaba uno de los tramos más espectaculares de la concentración, el descenso al valle del Duero por una pequeña y roadstera carretera por la que no había ni un alma más que el grupo de la concentración. Toda la carretera para nosotros. En primer plano el Mx5 ND de David.
Tiro de zoom, y al fondo se ve el puente de Barca d’Alva, por el que pasaríamos algo más tarde; finsiNb algo más adelante está sacando una foto similar.
Algunas fotos de participantes sacadas en este lugar.
Homecanya.
Andres9190 y Donnacanya.
Paricio, otro de los participantes más lejanos acudiendo con su copilota Toñi desde Granada.
Antes veíamos a lo lejos el puente de Barca d’Alva, pues ahí estamos ya sobre el mismo atravesando el Duero para hacer una parada en el pueblo del mismo nombre, era la hora del café de sobremesa procesando lo hasta ahora vivido para afrontar una larga tarde con mucho kilometraje todavía por recorrer.
Y otra foto de grupo, esta vez en Barca d’Alva.
Un sexteto de sonrientes participantes posando con fondo panorámico del “Douro”.
A la ruta de nuevo, y algo más adelante otra parada con deliciosas vistas sobre la cuenca del Duero.
Ruteamos después un buen rato por tierras altas del interior con vistas de horizontes lejanos, bajamos de nuevo al nivel del Duero, atravesamos el embalse de Pocinho (no tengo fotos de este tramo) y comenzamos el ascenso hasta el pueblo de Vilanova de Foz Côa, para dirigirnos allí a su museo arqueológico ubicado en un espectacular entorno paisajístico en la desembocadura del río Côa en el Duero.
El amigo Imaracing aprecia especialmente la naturaleza y estaba en su salsa.
Imaracing con Jmaben, finsiNb y a su derecha su copiloto Chisco.
Seguidamente vino un animado tramo de unos 40 km con curvas sin cese hasta las alturas de San Joao da Pesqueira, desde allí en el tramo de bajada hacia el Duero saqué esta fotografía; al fondo se aprecia el pueblo de Pinhao, que visitaríamos al comienzo de la etapa del domingo.
La meteo había sido clemente durante todo el día y por fortuna ni habíamos visto las lluvias ni los amenazantes fríos anunciados, aunque en los diez kilómetros finales del recorrido cayó un chubasco que nos obligó a capotar.
Llegamos al hotel pasadas las 20:30 h y a las 22:00 h con puntualidad suiza los participantes estaban sentados a la mesa en la “cena institucional” de la concentración, que disfrutamos en buen ambiente, el mismo que había sido una constante durante toda la jornada.
El domingo amaneció con un cielo gris amenazante y por momentos con lloviznas; ésta era la vista que teníamos desde todas las habitaciones del hotel ya que todas estaban orientadas al Duero.
Antes del desayuno pude hacer un par de fotos en la zona de la piscina del hotel que goza de una priviliegiada posición; en la segunda foto SoloMarcos y su copilota Sole acompañados de Phoenix2000 y su copiloto.
Iniciamos la ruta y primera parada en el pintoresco puerto fluvial de Pinhao.
Subimos después al mirador de Casal de Loivos, que tiene una hermosa vista sobre el Duero y el pueblo de Pinhao; el problema de la escasez de espacio para aparcar en el mirador se solucionó partiendo el grupo unos 500 m antes del mismo y accediendo al mirador en dos fases; en las fotos siguientes una vista general desde allí arriba y los integrantes de ambas partes del grupo en el mismo lugar.
Mister Varela dominando la escena.
Grupeto formado por Andres9190, Angelhd y pil pil con sus tres respectivas copilotas.
Nuestros amigos David y Malena que estaban muy contentos; por cierto, Malena había estado de cumpleaños el día anterior y todos le cantamos al final de la cena el
“cumpleaños feliz…” mientras apagaba su velita, fue un emotivo momento.
Amigos para siempre: Imaracing, Jmaben y Ángel.
Los ganadores del galardón al participante más lejano: el CanyaTeam (Homecanya y Donnacanya), que realmente son la caña a la hora de estar dispuestos a meterse kilómetros en el cuerpo sin pestañear…
JLZ4 y su copilota, que también se habían hecho una gran kilometrada para acudir a la concentración desde Elche.
Izquierdo y copilota.
El VarelaTeam (Juan Varela e Isalpina), siempre dispuestos a repartir sonrisas y amabilidad con todos.
Vino seguidamente un nuevo y curveado tramo ascendiendo al pueblo de Alijó, tomando desde allí la carretera que sigue el valle del Tua, afluente del Duero por el Norte; y ahí estamos en ese tramo en una bonita panorámica sobre las aguas del embalse del Tua.
Aunque sea muy difícil de verlos, los roadsters están sobre el puente; estamos en la desembocadura misma del Tua en el Duero.
A continuación afrontaríamos uno de los tamos más “sport” de la concentración: la subida a Carraceda de Ansiaes; rampas y curvas sin cese con recorrido panorámico…ni que decir tiene que la cámara quedó en el asiento porque no había manos más que para jugar con el volante y el cambio; además el firme estaba perfecto y seco y había salido el sol; una delicia…
Al final de este tramo, llegando ya a Carraceda de Ansiaes hicimos una parada en un mirador sobre el valle del Tua, y aquí tenemos a Paricio y pil pil.
Algo más tarde llegó una ansiada parada-café en el pueblo de Vila Flor, en el que dimos un pequeño paseo con los roadsters atravesando algunas callejuelas de su casco antiguo en torno a su Iglesia principal.
Y algunos hicieron algo más que tomar café y aprovecharon para echarse una partida de futbolín. En primer plano Ion Ander e Izquierdo y al fondo Phoenix2000 y su copiloto.
Continuamos después la ruta con algunos tramos con extensísimas vistas panorámicas ascendiendo a más de 1.000 m de altitud atravesando la sierra de Bornes aunque en este tramo me olvidé absolutamente de la cámara.
Mi última foto de la concentración es la que sigue, con todo el grupo de coches; está sacada antes de abordar la última parte del recorrido atravesando el valle del Sabor en otro tramo “sport”, en el que como no había pérdida posible se dio libertad para que cada cual adecuase su ritmo a sus preferencias, reagrupándonos todos 25 km más adelante en el pueblo de Mogadouro, la realidad es que casi todo el grupo hizo la ruta únido con un ritmo bastante "dinámico" y tan sólo dos o tres participantes prefirieron tomarse el tramo con un ritmo más tranquilo.
Algo después dábamos nuestro
“adiós amigo” al Duero, que atravesábamos por el embalse de Bemposta entrando en España y llegando al ya cercano restaurante “Las Tres Chimenas” en el que despedimos la concentración con el mismo gran ambiente que había sido una constante a lo largo de estas dos jornadas de auténtica convivencia roadstera.
De nuevo mi gratitud sincera a todos y ¡hasta la próxima!