6. Limpiándole las entrañas por alerta sanitaria.Seguimos con las aventuras y las desventuras.
Recordemos que el coche había arrancado como renqueante y que al darle un aceleroncillo en parado hacía como que enganchaba y funcionaba bien. Según había leído ya, puesto que a Rafa le pasaba igual, es culpa de las bobinas que en estos coches tienden a fallar pasado un tiempo.
Bueno, el coche iba bien, por lo tanto esperaría a ver.
Mientras tanto, aprovechando los días todavía veraniegos, cada día cogía el coche, incluso para transportar el material sensible de la empresa..
Y por supuesto para salir de ruta con otros jierros...
Como ahora me había convertido en mecánico, de vez en cuando paraba en la gasolinera y levantaba el capó para revisar los niveles, unas 3 veces por semana. La verdad es que el estado de limpieza del motor y todo eso era bastante lamentable
Viendo que lo mejor que me podía pasar manoseando eso era pillar el évola decidí llevar al Miatusko a que le hicieran una limpieza de motor, lo que aquí llamamos un petroleado. Consiste en limpiar mediante una kartcher el motor y vano del motor con un derivado del petróleo y luego repetir la operación con agua para retirar el petróleo, sin más.
Mi padre me localizó un contacto y cuando llegué al sitio sinceramente empecé a pensar que el instinto de protección de mi padre por sus hijos se había averiado. Ese sitio era como entrar a un taller mejicano del pueblo más recóndito del país. Le prometí a Miatusko que si conseguíamos salir los dos bien de esa nos dedicaríamos más tiempo el uno al otro.
La verdad es que aluciné en colores con el resultado, se quedó impresionante. Además arrancó sin problemas pese a los miedos del propio exterminador que realizó la operación...
Quedé encantadísmo con el trabajo. Era una delicia verlo tan limpio y nuevo todo, ese jueves me fui a dormir muy contento.
Como lo prometido es deuda y dijimos que nos dedicaríamos más tiempo si salíamos de allí, el sábado por la mañana antes de irme al gym al bajar al coche lo primero que hice fue lo que imagino que hacen los mecánicos los sábados por la mañana, revisar los líquidos , percibiendo que el consumo de aceite estaba siendo un pelín alto y volviendo a rellenar un poco. En el momento que cerraba el capó del coche con el cigarrillo en la boca y me limpiaba las manos pude ver proyectada en mí la típica imagen del joven americano de las películas revisando su coche antes de partir. Esataba orgulloso joder, quería hacerle más cosas al coche.
Me fui al gym, orgulloso con el Miatusko reluciente. Hice mis ejercicios, mis clases y mis historias. Y hacia el mediodía volvía a recorrer el borde del Mediterráneo como cada día para regresar a casa. Día soleado, coche descapotable, un mecánico conduciendo, velocidad de paseo, luciéndome y gritándole al mundo, eh!! Mira!! Y me lo arreglo yo!!
Llego a la población donde vivo y al pasar por la gasolinera veo a mi hermano con el XR2 detallándolo a la sombra y paro a su lado sonriente....... hasta que me dice: ´¨Para el coche tío que sale humo del capó!!¨
Abrí el capó del Miatusko y solo faltaban los gorilas para hacer la peli de Gorilas en la niebla a causa del humo del aceite quemado, mi cara era un poema, pero qué coño estaba ocurriendo si yo venía tan ricamente y sin problemas ni luces encendidas....
Rápidamente mi agudeza visual se abrió paso ante el estupor y me di cuenta que faltaba el tapón del aceite, sí señores, el tapón estaba felizmente encajonado por ahí porque cuando había mirado el aceite por la mañana se me olvidó volverlo a poner
En ese momento fue como si me dieran un puñetazo y me bajaran a la tierra para recordarme que en cuanto a mecánica soy un muñones de mucho cuidado. Al menos es algo que estoy seguro de que no me volverá a ocurrir porque aprendí bien la lección después de tener que limpiar como pude todo el aceite derramado por fuera del motor y por todos los sitios. Día y medio me había durado la limpieza del motor, todo un puto récord.
La siguiente semana discurrió tranquila hasta que al sábado siguiente tras mi entrenamiento matinal y después de haber llegado al parking del gym sin problemas al Miatusko no le dió la gana de arrancar. Hora y media tuve que esperar hasta que el coche estuvo frío del todo. Era hora de tomar medidas en el asunto, además, esos asientos eran un poco chungos....