Para mi, visitar La Rioja siempre es especial, me encantan sus paisajes, la diversidad de flora, fauna y abundancia de agua hacen que cada estación le de su toque mágico, sin olvidarnos de sus carreteras.
Por eso, organizar una concentración aquí , es un verdadero lujo.
En el embalse del Rasillo de Cameros. Parada para comer.
El hotel, que merece apartado exclusivo:
http://www.hotelruralcameroviejo.es/Nos trataron de lujo, todo el hotel a nuestra disposición que más que un hotel parecía la casona de unas buenas amigas que nos llevasen a pasar el fin de semana. Carolina, Verónica un 10 para vosotras.
Paseo por el pueblo.
Antes de cenar:
Durante la cena:
Ariadna, tomaba un baño de calor entre plato y plato, la estufa de leña era como un imán.
Después de cenar:
A final de verano, contar con la temperatura de la que disfrutamos, que si, que llovió, pero no impidió descapotar y en cuanto se adivinaba un claro o un rayito de sol, hasta mi copi (Ariadna) le fue cogiendo el gusto a descapotar a la mínima oportunidad (en cuanto se aseguró que no pasaba frío). Tan es así que llegamos a Amposta descapotados.
Encontrar en la naturaleza, vacas, caballos, ciervos, ardillas, ya nos había pasado, pero cerdos, creo que es la primera vez, al menos en mi caso en la carretera nunca los había visto...