Ruta 2: Sta. Mª de Mave - Cosgaya (125kms)[Link ruta en G.Maps] Hotel: Hotel del Oso*** (
www.hoteldeloso.com)
Ese día amaneció algo nublado, pero nos preocupó. Desayunamos con Jotaeme, con toda la calma pues teníamos por delante una etapa-relax corta de toma de contacto con los Picos de Europa. Tras el desayuno nos dimos una vuelta por el hotel y su entorno, descubriendo lo bien cuidado y el gusto con el que había sido decorado y restaurado. Tras ello bajamos las maletas, detallamos un poco los coches (yo limpie sobre sucio y Jota limpio sobre limpio) y partimos.
Jota nos acompañaría en el primer inicio de este etapa.
Nos acompañó hasta Cervera de Pisuerga, donde aparcamos en el Parador para tomarnos algo a media mañana y hacer unas fotos desde la terraza con sus espectaculares vistas.
Poco después nos despediríamos y cada uno emprendería su viaje. Jota hacia su Galicia, pues todavía le quedaba un buen tramo y nosotros hacia el final de etapa, Cosgaya.
La carretera se empezó a estrechar y a acumularse las curvas, y al poco rato vi un mirador donde paré a ver qué se veia. Lo cierto es que no se veía gran cosa, pero la cara de Mary era un poema "¿para que te paras.... OOOoootra vez?" Aquello fué una constante en todo el viaje, pero uno se acostumbra
.
Asi que para contentar y para disfrutar yo del paisaje de otra forma, cambiamos de asientos. "ojo curva derecha a raaaas, gas curva de izquierda de fondo, cambio rasante ojo cabra a raaaaassss"
y jugándome la cámara hice esta foto:
Al poco rato llegamos a Piedrasluengas, el puerto de montaña que pasaba cerca era precioso, discurria entre unas montañas con paredes verticales donde daba gusto poder mirar arriba sin ver nada negro como techo, y poder contemplar el paisaje. Y todavía con más detenimiento si no vas conduciendo el coche!
Pasado Piedrasluengas hay un mirador a mano izq que merece la pena parar, desde el que se vén a lo lejos los Picos de Europa, es una pasada, además de tener un buen parking y estar bien acondicionado. Aquello fué el primer impacto, pues hasta ese momento no se podían ver en su plenitud. Vino a ser un "pues si que van a ser altos... si
) y eso que en las fotos todas las montañas no impresionan ni la mitad que en directo. No me quiero ni imaginar lo que debe ser ir a los Alpes, madre mia.
Jotaeme cómo no, creando escuela
:
Proseguimos la ruta, y a la niña de mis ojos ya no había quien la bajara del asiento del conductor
Llegamos a Potes a la hora de comer y en ese preciso momento estaban desmontando el mercadillo ambulante que montan los lunes por la mañana.
Potes es un pueblo precioso aunque quizás demasiado masificado, tenía algunos rincones que me recordaban no sé el qué de Andorra. Comimos delante de su Torre del Infantado del S.XIV entre tanto comercio y colorido de telas, bufandas, cuadros, jarrones y demás. (algo se aprecia al fondo de la imagen)
Para hacer una mejor digestión nos dimos una vueltecita por el casco antiguo (conocido como el Barrio de la Solana). Tras ello y mirar las oportunas tiendas de souvenirs regresamos al coche, en ese momento volví a recuperar mi trono natural, aposentando mis nalgas en el asiento izq y reafirmando de esta manera que soy el macho dominante de la tribu
El cielo continuo parcialmente cubierto. Y aunque no saliese el sol (o lo hiciera en breves ratos) se iba muy agusto descapotado, sin esa calor del medio dia. Asi pues, y en esas condiciones climáticas fuímos para Cosgaya, al Hotel que el buen amigo Jotaeme nos recomendó (Hotel del Oso) del que más adelante comentaré mejor. Dejamos las maletas, y sintiendome más efrén con un vehiculo más ligero sinn necesidad de extripar la calefacción pusimos rumbo a Fuente De. La carretera hasta Fuente De era de un asfalto magnifico, y con unas curvas de radio medio y amplio, sin ser excesivamente cerradas, me refiero a ese tipo de curva donde puedes notar el apoyo entero del coche a lo largo de la misma y como la inercia intenta hecharte fuera sin conseguirlo.
Llegamos al destino y aparcamos en un grandisimo parking rodeado de unos buenos vigilantes (cabras y vacas por doquier), pero separados por unas vallas, que vienen a ser todos estos puntitos negros y blancos que se ven entre los coches y laa base de las montañas.
Y subimos en teleférico a arriba del todo, a 1834m de altutid. Fuente De está a 1078m por lo que el teleférico te subía en apenas 4 min a casi 800m de altura. Lo cierto es que iba bastante rápido, cosa que te dabas cuenta cuando te cruzabas a mitad camino con el otro teleférico que bajaba (o subía)
Arriba del todo las vistas eran impresionantes.
Al poco rato el cielo se empezó a tornar un poco mas oscuro...
y a subir (si si, a subir) desde abajo unas nubes... la experiencia era increible. cada vez más y más nubes.
Al poco tiempo de aparecer las nubes empezó a lloviznar. Realmente ocurrió lo que me temí y por ello no nos cambiamos el calzado en el hotel. Cabe decir que teníamos previsto hacer una mini excursión de un par de kms andando hasta llegar a una Ermita que hay situado arriba. Asi que nada, cuando empezó a lloviznar nos cogimos el siguiente teleférico que salía en 10min para abajo. Te asomabas y ya no se veía nada, ni los coches ni la estación, era todo blanco. Estabas por encima de las nubes, en una especie de isla flotante (y no era precisametne el postre francés Jota
) rodeado de esponjoso algodón.
Foto al teleférico que subia completamente a toda leche, lo cazé en esta foto y aún no sé ni como he podido hacerlo.
A esa altura ya se empezaba a ver algo del fondo, los coches ya estaban más cerca, aunque en el cable se aprecia que enseguida se pierde entre la niebla.
Una vez abajo volvimos al hotel, y por lo visto no eramos los únicos, estos caballos también emprendian su camino dirección Cosgaya
Llegamos al hotel y pudimos ver que era como bien nos dijo el Sr.Jota. Un lugar encantador y acogedor, con un personal muy amable y parking privado compartido con el resto de clientes. El lugar tenía su clase y tenía unas vistas preciosas. Mi habitación daba justo en medio de la piscina con todas las montañas al fondo. Esa noche cenámos en el hotel, con la lluvia de fondo. La cena resultó buenisima y en cantidades y acompañamientos excelentes. Además de un buen servicio de mesa que te daba a escoger el pan que deseabas y te retiraban las migas de la mesa tras comer.
Un buen hotel Jota